
UN PROYECTO DE DIOS
Movido por el Espíritu Santo, el Padre Santiago Alberione se preocupó por suscitar, para la Iglesia de hoy, congregaciones religiosas e institutos de vida secular consagrada , entre los cuales fundó, precisamente, el "Instituto Santa Familia" agregado a la Sociedad de San Pablo y que a su vez forma parte de la Familia Paulina.
El Instituto Santa Familia fue aprobado por la Santa Sede el 8 de abril de 1960.
FINALIDAD DEL INSTITUTO SANTA FAMILIA
El Instituto Santa Familia tiene como finalidad la santificación de los matrimonios, trabajando en la Iglesia y en la sociedad, en todos los campos que son propios de los laicos y principalmente de los cónyuges de acuerdo al carisma Paulino.
UN CAMINO DE SANTIFICACIÓN
En la Sagrada Familia: Jesús, José y María, tenemos un ejemplo perfecto de Santidad y sea cual fuere la condición, podemos y debemos imitarlos, y con la ayuda de Dios llegar a la perfección.
El ofrecimiento de la propia vida diaria y la oración, función que se ejerce en conjunto, la familia es llamada a santificarse y a santificar a la Comunidad Eclesial y al mundo.
LOS 3 VOTOS EN EL INSTITUTO SANTA FAMILIA
Los miembros del Instituto Santa Familia vivimos en una plena consagración religiosa a Dios, profesando los consejos evangélicos de Pobreza, Castidad y Obediencia, según nuestro estado de casados. No obstante, aún siendo verdaderos consagrados, seguimos viviendo en el mundo como seglares.
Voto de Obediencia: Con este voto nos comprometemos a obedecer a nuestros legítimos superiores, con especial promesa de fidelidad al Papa, cumpliendo primeramente con los deberes propios del matrimonio, para así vivir una profunda libertad interior.
Voto de Castidad: Con ese voto los cónyuges nos comprometemos a la observancia perfecta de los deberes inherentes a la castidad matrimonial. Quienes pertenecen al Instituto no se privan de la intimidad conyugal sino que subliman el amor matrimonial como Cristo ama a su Iglesia.
Voto de Pobreza: Con el voto de pobreza nos comprometemos a administrar los bienes de la familia en la sobriedad, desapego y una sensata valoración de todo, para recibir el ciento por uno en esta vida y por herencia la vida eterna.
VENTAJAS DE QUIENES PERTENECEMOS AL INSTITUTO SANTA FAMILIA
1. Nos es posible alcanzar y vivir más ampliamente el Don Divino de los Consejos Evangélicos.
2. Puesto que utilizamos los medios de comunicación social para la evangelización con el fin de "llegar al hombre de hoy con los medios de hoy", tenemos la oportunidad de evangelizar en un campo de acción intensa, no solo en el hogar, sino en aquellos ambientes que de por sí están cerrados a los sacerdotes y religiosos.
3.Después de la muerte nos unimos por medio de los sufragios que todos los miembros de la Familia Paulina ofrecen por los hermanos difuntos.
4. Finalmente, puesto que el Instituto está agregado a la Sociedad de San Pablo y por medio de ella a toda la Familia Paulina, los miembros del Instituto participan del Tesoro Espiritual, de las oraciones, de los méritos e indulgencias propias de la Familia Paulina.